Argentina un país tomado por las multinacionales
A mitad de camino entre la
localidad de Añelo (centro la producción de petróleo no convencional) y Neuquén
Capital, se encuentra San Patricio del Chañar.
El sistema de
producción que le dio vida a los valles de Río Negro y Neuquén, el de
producción de frutas (peras y manzanas) basado en la propiedad de pequeños
chacareros y la concentración de la comercialización y esencialmente la
exportación vía multinacionales, hoy es un sistema del pasado que lucha por
sobrevivir ante el negocio inmobiliario y la explotación petrolera.
En la zona
producto de la exposición demográfica impulsada por la radicación de
trabajadores que buscan insertarse en la actividad petrolera, los servicios
básicos están colapsados, así es como por estos días de temperaturas extremas
los pobladores de Añelo cortan la ruta en reclamo de AGUA.
En ese marco es
que se da la necesidad de transformar el sistema educativo de la zona y
adaptarlo a las necesidades del gran capital extranjero y nacional.
Así surge como
propuesta engañosa, impulsada por los gobiernos municipal y provincial, un
Plebiscito para que los vecinos de San Patricio del Chañar, decidan si la EPEA
N°3 (Escuela de orientación agropecuaria) se transforma en una escuela con
orientación técnico petrolera.
Es decir, no
abrir más escuelas para cubrir las necesidades de la población si no adaptar la
existente a las necesidades del capital.
Si el 28 de
febrero se realiza el plebiscito, la población votaría pensando en obtener
trabajo, con mejores condiciones y salario en Vaca Muerta que en la
fruticultura.
El país está de
rodillas frente al gran capital y el Estado en su más amplio sentido (partidos
políticos, sindicatos, asociaciones empresariales) no tiene posibilidad ni
intención de oponerse. La burguesía argentina, atrasada y rentista, tuvo su
tímido intento de obtener cierta independencia económica frente al
imperialismo, asociado a la burguesía regional. Pero esa etapa ya quedo atrás y
no volverá.
La gravedad de la crisis capitalista, la caída de la tasa de ganancia y la lucha Interburguesa, se resolverá con más concentración económica y mayor sumisión de los países periféricos al gran capital.
Sólo queda entonces buscar una salida por fuera del capitalismo en la que los pueblos de manera autónoma decidan sobre su destino, ya no hay margen dentro de los límites impuestos por el sistema para resolver la necesidad básicas de la población (agua, comida, educación), viviendas y tierras para los trabajadores. Quienes desde una posición ambientalista critican la explotación petrolera, y la desvinculan del sistema de producción capitalista, es vital señalarles que la rueda de la historia no gira hacia atrás, no volverá una época de oro de la fruticultura. Se trata entonces de asumir la raíz del problema, no ocultar para intentar reformar u obtener beneficios transitorios.
Por eso es
necesario romper con las divisiones impuestas, y avanzar rápidamente, para
enfrentar la barbarie capitalista, hacia la unión política de los trabajadores,
la juventud y el pueblo.
Encontrar
las coincidencias y dar pasos organizativos es tarea primordial y urgente.
POR
LA UNIÓN POLÍTICA DE LOS TRABAJADORES, LA JUVENTUD Y EL PUEBLO
POR
EL SOCIALISMO SIEMPRE
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